Tim Robbins, el triunfador comprometido
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Querido diario:
Algunos flipan queriendo ser John Malkovich, pero yo preferíria ser Tim. Nació en el 58 y se nota que su padre era un cantante de folk, ¿en que se nota?, pues no sabría decirlo bien, pero le pones barba, le das una guitarra y no te cabría ninguna duda de que haría canción protesta y que además cantaría bien.
Cuando también te enteras de que a los doce años quería manifestarse contra la guerra del Vietnam, te parece completamente normal, que fuera co-fundador de un grupo de teatro en Los Angeles, y que cada vez que viajaba a Nueva York andara siempre en los grupitos de intelectuales que frecuentaban el Village.
Con estos antecedentes sus comienzos en el cine durante los años 80 fueron como para tirar la toalla. No voy a contar la de "Juegos de amor en la Universidad", porque es casi invisible, pero es que luego le tocó hacer de científico en la fantasía estúpida llamada "Howard, un nuevo héroe". Tampoco se sintió muy feliz haciendo de jugador de béisbol en "Los Búfalos de Durham", aunque conoció a Susan Sarandon, su compañera sentimental. Para redondear la década se metió en "Erik el vikingo" para los Monty Python.
Pero lo que no le dieron los 80 se lo resacieron con creces los 90, empezando con el premio a mejor actor en Cannes por "El juego de Hollywood", y terminando con el pedazo de recluso que hizo para "Cadena perpetua".
El Oscar se lo ganó a pulso en "Mystic river", por expresar con una transparencia que estremecía, las secuelas psicológicas de una experiencia brutal.
También es director y hasta fue nominado al Oscar por "Pena de muerte".
Y ahí está Tim, compatibilizando el compromiso social y antibélico, tocando las narices a Bush y a los neocnsevadores Usamericanos siempre que puede y al mismo tiempo disfrutando de la piscina climatizada y el lujo del triunfador que valora las comoididades.
Aquí puedes escuchar a Mary War contándote algunas cosas curiosas de Tim….
