Comer de cine: la pizza de "Mystic Pizza"

¡Hola muchacho!
¿Cómo ha ido tu reingreso en La Clínica? Perdona mi retraso en escribirte pero recordarás que en los últimos días de tu estancia aquí, a mi sobrina ROSER se le ocurrió enseñarme a hacer unos juegos malabares con unas mazas ardiendo. Yo preferí adaptar el número a mis cuchillos de cocina.
Lo peor, además de no poder escribirte, ha sido no poder cocinar hasta que se han curado las heridas. Mi amor propio me ha impedido aceptar la comida de tu tío y he tenido que echar mano de la comida a domicilio. He probado comida china que hubiera provocado un motín en la prisión más indigna, aunque lo peor han sido la clase de pizzas que debe comer Stephen King cuando sufre un bloqueo creativo. Así que, nada más me lo permitió la curación de los cortes, rebusqué en la videoteca de tu tío y encontré un VHS de hace unos añitos," Mystic Pizza" y les copié un poco la receta que Julia Roberts preparaba (ya sabes que tengo mucho ojo y solo con mirar ya sé los ingredientes que necesito). Te mando una de mis pizzas, con un poco de peperoni bien picante, como a ti te gusta.

Ingredientes:

75 cl de Leche
75 cl de Agua
10 gr. de levadura
400 gr. de harina
350 gr. manteca de cerdo
Una pizca de sal

Elaboración:

Para empezar disolvemos la levadura en la leche, que ha de estar tibia. En un bol mezclamos todos los ingredientes menos la harina, que la iremos agregando poco a poco hasta que la masa se nos deje de pegar en los dedos.
Cuando ya cumple con el requisito de no pegarse, la metemos en la nevera unas 3 horas y ya la tenemos lista para pasar el rodillo y dejarla tan fina como tu habilidad sea capaz. Añadir los ingredientes... yo apuesto por la sencillez, le suelo poner salsa de tomate, un poco de queso y mucho peperoni. Pero ya sabes que cada uno le pone lo que le apetece.
Cuando tengas los ingredientes listos la pones en el horno precalentado a unos 150º y la dejas hasta que veas que la levadura ha hecho su trabajo y el pan cocido crece y se levanta, y claro, tiene un buen colorcito... ¡Que aproveche!