El cine nos hizo cantar: "Dos hombres y un destino"
Querido diario:
"La fama es como la cocaína: la gente piensa que puede dominarla, pero no puede.", es una sentencia del tipo que creó esta historia, el guionista William Goldman (1931), uno de los mejores escritores del cine americano contemporáneo. Ganó dos Oscar por sus guiones de "Todos los hombres del presidente" en 1976 y "Dos hombres y un destino" en 1969.
Le salió una aventura picaresca con personajes secundarios muy buenos, como el vigilante abnegado de las cajas del Correo (George Furth) y el viejo propietario minero, que admite que "soy pintoresco porque llevo muchos años solo en Bolivia" (Strother Martin), parecen personajes escapados de alguna página de Mark Twain.
La picaresca es el mundo del hablador Cassidy y el silencioso Kid. Tipos inadaptables, míseros y desenfadados, con un destino común, compartido por la maestra rural que los quiere demasiado para verlos morir. Al igual que el realizador, que congela el fotograma donde ambos, encañonando a dos manos, hacen la salida final, llenos de grandes proyectos.
Es una de las grandes pelis de los años 60 y ha dejado dos imágenes y una canción para la historia. Aquí las tienes...