¿Qué fue de... Rupert Everett?

Querido primo Teo:

Hace unas semanas vimos a una flamante Julia Roberts recoger el premio Donostia otorgado por el Festival de San Sebastián. Evidentemente no te voy a hablar de Julia Roberts sino de uno de los compañeros de reparto que más han eclipsado a la novia de América. Me estoy refiriendo a Rupert Everet que acompañó a la actriz en “La boda de mi mejor amigo”. El intérprete encontró la cúspide de su trayectoria con este trabajo pero no supo llevar su carrera con demasiada inteligencia así que poco a poco ha ido desapareciendo.

Nuestro protagonista nació en Inglaterra hace 51 años, en el seno de una familia vinculada con la aristocracia. Recibió una estricta educación católica y estudió con los monjes benedictinos en Ampleforth College, en Yorksire. A la edad de 16 años, con la intención de convertirse en actor, decidió abandonar la escuela, con la oposición familiar, para perseguir su sueño. No lo tuvo nada fácil ya que tal y como confesaría posteriormente en aquél momento había caído en el mundo de las drogas y para poder pagárselas y al mismo tiempo para costearse las clases de interpretación se prostituyó. Era bastante indisciplinado y eso le provocó la expulsión del Central School of Speech and Drama en el año 1980, tras esto se iría a Escocia, en donde encontraría trabajo en el Glasgow Citizen’s Theatre. Participó en algunas obras de teatro y obtuvo su primer éxito con “Otro país” en donde interpretaba a un estudiante homosexual, en la obra compartía escenario con Kenneth Branagh, y posteriormente Everett repetiría papel en la adaptación cinematográfica de la obra, y ahí le acompañaría Colin Firth. Pero esta no fue su primera película, ya que en el año 1981 debutó en “The manhood of Edward Robinson” y había intervenido en otras seis cintas.

A raíz de sus primeros trabajos, especialmente de “Otro país” y de “Bailar con un extraño”, se consideró a Rupert Everett como un intérprete a tener muy en cuenta, ya que lo tenía todo para triunfar, talento, carisma y atractivo físico que encandilaba por igual a hombres y mujeres. La suerte parecía sonreírle pero se llevó un gran palo con “Corazones de fuego” que se convirtió en rotundo fracaso de crítica y de público. Por esta época comenzarían sus coqueteos con el mundo de la música, grabó un disco titulado "Generation of loneliness", que pasó con más pena que gloria. También haría sus pinitos en la literatura, en el año 1989 publicaría el libro "Hello, darling, are you working?", en donde hablaba por primera vez de su homosexualidad, que era un secreto a voces, tal y como confesaría Everett, hablar de esa cuestión le podría haber perjudicado en esa época, pero no fue así. Le llovieron los trabajos y cosechó varios éxitos como “El placer de los extraños” de Paul Schrader o “La locura del Rey Jorge”. También trabajaría en “Pret-a-porter” a las órdenes de Robert Altman.

En el film de Altman trabajaba Julia Roberts, pero no coincidió con ella. Sí lo hizo en “La boda de mi mejor amigo” y ahí la eclipsó completamente, cómo olvidar la escena en la que interpreta el clásico I say a little prayer. El personaje de Everett en el film era más pequeño pero fue tal el éxito que tuvo en los primeros pases ante el público que se le dieron más minutos. El actor obtuvo varios premios de la crítica y muchos consideraron que este trabajo le iba a convertir en un candidato al Oscar, pero no, se tuvo que conformar con optar al Globo de Oro y al BAFTA. A partir de aquí la carrera de Everett parecía disparada e intervino en títulos como “Shakespeare enamorado”, “Un marido ideal”, “El sueño de una noche de verano”, “La importancia de llamarse Ernesto”, “Algo casi perfecto”, junto a Madonna, y en ese despropósito que fue la película de “Inspector Gadget”.

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Con el paso de los años la carrera de Everett se ha ido desarrollando de manera más desapercibida. Junto a Sharon Stone protagonizó el drama de espionaje “Tercera identidad” y ahí se comprobó por qué nunca le han ofrecido interpretar a James Bond, algo con lo que el actor siempre ha soñado. En estos años se ha dedicado a cultivar su faceta literaria, publicando libros, colaborando en la revista Vanity Fair, o incluso escribiendo un guión sobre la figura de Oscar Wilde para el que no ha dejado de buscar financiación. En el año 2006 publicó sus memorias y ahí confesó que mantuvo una relación durante seis años con la presentadora de televisión Paula Yates, fallecida en el 2000 de una sobredosis de heroína, y declaró: “soy homosexual, pero si una mujer atractiva se pone en mi camino, por qué no me voy a acostar con ella”. Recientemente ha comentado que no se arrepiente de haber salido del armario pero que si hoy en día hubiese sido un actor joven con ganas de labrarse un buen futuro en el mundo de la industria se pensaría mucho dar ese paso, porque la sociedad, especialmente la industria del espectáculo, sigue siendo muy hipócrita ya que nunca ha dejado de ser conservadora. El pasado año debutó en Broadway con el musical “El espíritu burlón”, junto a una incombustible Angela Lansbury. Y recientemente interpretó al profesor Henry Higgins en una nueva versión teatral de la obra “Pigmalión”.

Saludos.
Mary Carmen Rodríguez