Querido primo Teo:

Siempre da cierta alegría ver resucitar todo un género. El musical lleva años intentándolo y la verdad es que no le está marchando mal, y ahora es el western el que busca un nuevo soplo de vida, independientemente del éxito de “Brokeback Mountain” a la que le fue acuñado la etiqueta del género, pudiendo provocar esto una encendida discusión a la que por mi bien, querido Teo, prefiero no entrar sabiendo como te las gastas desde que jugué una tarde contigo a indios y vaqueros en la casa de verano del tito Anibal.

La temporada nos va a ofrecer dos más que interesantes películas con un denominador común: el western. Por un lado, "3:10 to Yuma" que es un remake del clásico "El tren de las 3:10" y cuenta con una pareja de protagonistas de relumbrón como son Christian Bale y Russell Crowe , logrando además el número uno de la taquilla usamericana rompiendo una racha comercial negativa del género que no se lograba desde los tiempos de Wayne. El otro film, que es el que nos ocupa al estrenarse esta semana, está protagonizado por Brad Pitt y cuyo largo, y muy explicativo, título es "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford" y que le ha significado al actor la copa Volpi a la mejor interpretación en la Mostra de Venecia 2007.

Todo ello debe significar que las películas de vaqueros siguen atrayendo al gran público y de nuevo se puede volver a hablar de una posible resurrección del género. Y es que se trata del único género puramente cinematográfico que vio la luz al mismo tiempo que el gran invento de los hermanos Lumiere, allá por los albores del siglo XX en las áridas tierras del oeste americano, donde la incipiente industria del cine encontró un paisaje espléndido para rodar unas películas que retrataban capítulos de la reciente (por entonces) historia del gran país. Anteriormente existían pequeñas novelas que contaban historias de cowboys y forajidos, pero fue el séptimo arte el que encontró un filón para desarrollar, tanto la técnica cinematográfica, como la narrativa. Además, descubrió en los desérticos paisajes de Nevada y Colorado un entorno único para los rodajes.

Si el western es un gran género, Jesse James es uno de sus símbolos más adaptados con 37 películas en las que el bandolero es el protagonista. Jesse James nacido en 1847 era hijo de un predicador bautista que los abandonó para buscar oro en California. A los quince años se unió a la guerrilla sudista de William C. Quantrill con su hermano Frank James. Acabada la Guerra Civil Estadounidense, se retiene a los soldados de la Unión, pero, al no ser respetados los términos de la rendición, retomó las armas (1866). Jefe de la James Band, formada por él, su hermano Frank y los hermanos Younger adquirió notoriedad por la audacia de sus asaltos a bancos y trenes, muriendo asesinado por dos miembros de su propia banda, Charlie y Robert Ford.
Durante unos años un tal J. Frank Dalton (muerto en Texas en 1951) sembró dudas sobre la muerte del bandolero diciendo que él era en realidad Jesse James; que Bob Ford había matado a un primo de Jesse. No obstante, unas pruebas de ADN en 1995 determinaron que el hombre asesinado por Bob Ford era el auténtico Jesse James, siendo enterrado por nostálgicos con uniforme confederado.

Ahora es Brad Pitt quien lo interpreta, pero ya se ha visto a actores como Tyrone Power, Robert Wagner, Robert Dubai, Kris Kristopherson o Rob Lowe interpretando al mítico personaje. Fue incluso el propio hijo de Jesse James, Jesse James Jr, el que protagonizó dos de las primeras historias de su padre llevadas al cine gracias al ojo de un productor avispado que intentó sacar filón y de los intentos de James Jr por triunfar en el cine. Fue en “Jesse James el forajido” y “Jesse James bajo la bandera negra” en 1921.

Tu primo.
Coronado