En este día la Red bulle con el 30 aniversario de la entrada en la fiambrera de Groucho. Se visitan sus frases más famosas y hace un rato YouTube tenía más de 500 entradas con secuencias, frases y ocurrencias. La más pinchada es "Una noche en la ópera", pero hay secuencias para todos los gustos, están las mejores y las peores, como cuando en 1974 recibió el Oscar especial a los hermanos Marx "por sus éxitos creativos en el campo de la cinematografía", y Con el muñeco en las manos soltó: "ahora mismo voy a empeñarlo".
Este domingo Groucho pasará ampliamente de los dos millones de entradas. Sólo Chaplin y el Gordo y el Flaco le superan, cosa que le daría igual siempre que no afectara a su cuenta corriente.
Como sólo los muy valientes jugamos con la muerte, no respetaron su deseo de grabar sobre su lápida: "Perdonen que no me levante", el epitafio más popular del mundo, pero aproximando mi oreja a la lápida puedo escuchar sus reflexiones….
La Humanidad no debiera quejarse demasiado clamorosamente sobre la muerte. Como ya dije morirse es fácil, sólo se necesita haber vivido lo suficiente. Y tampoco hay motivos para reproches por el asunto de su duración… bien, tal vez para algunos tipos concretos la vida nos parezca demasiado larga, pero hablo en general. Si la vejez y la muerte tienen que llegar inevitablemente, lo cierto es que lo hacen con una velocidad diferente en el reino animal. En general, el límite de vida de los mamíferos está relacionado con su tamaño. El mamífero más pequeño, la musaraña, puede vivir año y medio, y la rata vive 4 ó 5 años. El conejo vive 15 años; el perro, 18; el cerdo, 20; el caballo, 40, mientras que el elefante puede alcanzar los 70 años de vida., cuando más pequeño es el animal, más "rápidamente vive -más rápido es su ritmo cardíaco.
Puede compararse una musaraña, con un ritmo cardíaco de 1.000 pulsaciones, a un elefante, que tiene un ritmo de 20 pulsaciones. Los mamíferos parecen vivir, en el mejor de los casos, tanto tiempo como le lleva a su corazón latir unos mil millones de veces. Sin embargo, de esta regla general, el hombre es la excepción más asombrosa. No sólo resulta indiferente para su salud el grado de estupidez alcanzada, sino que no importa que sea mucho más pequeño que el caballo y considerablemente más pequeño que el elefante. Ningún mamífero consigue vivir tanto tiempo ya que los únicos vertebrados comparables son ciertas tortugas grandes de lentos movimientos, y algunos miembros del partido republicano .
El ritmo cardíaco humano, de unas 72 pulsaciones por minuto cuando no se ve televisión comercial, no se tiene automóvil ni se es aficionado a los deportes competitivos, es precisamente el que podría esperarse de un mamífero de su tamaño. En setenta años, lo cual es el promedio de esperanza de vida del hombre que no lee según que cosas, el corazón humano ha latido 2.500 millones de veces.
No se sabe por qué el ser humano vive tanto tiempo, pero el hombre, dada su naturaleza, está mucho más interesado en averiguar cómo podría alargar aún más este período… a pesar de que aumentaría proporcionalmente en cada vida el número de matrimonios. Visto lo visto, yo no lo recomiendo.
Si quieres echarte unas risas para llevar este domingo de reapertura de fiambrera te invito a ver desde el mejor palco posible dos de las mejores escenas de "Una noche en la ópera".