Centenario Katharine Hepburn: "Historias de Filadelfia", la escena
24 de Julio de 2007
Querido primo Teo:
Nuevos vientos llegaron en la década de los 40 cuando la Hepburn se quitó el sanbenito de “veneno para la taquilla” que recibió después del fracaso de “La gran aventura de Silvia”, y como no, fue gracias al teatro. La Hepburn impulsó la adaptación al cine del éxito teatral “Historias de Filadelfia” (1940) con el que había triunfado en las tablas. Su amigo George Cukor dirigió el proyecto, y ella se convirtió gracias a esta película, en la que compartía protagonismo con dos estrellones como Cary Grant y James Stewart, en la gran estrella de la MGM. Logró el éxito y el respeto que ya nunca más le abandonaría, demostrando que a persistencia y talento no la ganaba nadie. Era brillante, estilosa, de voz potente y penetrante, pero con unos ojos llenos de emoción y sentimiento, que llenaba a sus personajes de mucho encanto, no recayendo nunca ni en lo simple ni en lo tópico.
La cinta se basa en la obra teatral de Philip Barry girando alrededor de una dama de la alta sociedad a punto de contraer matrimonio por segunda vez. Plantea un análisis de los convencionalismos e hipocresía de la clase burguesa norteamericana en los años 40, salpicado con toda clase de enredos y situaciones humorísticas entre los tres personajes principales y varias situaciones cómicas que convierten a esa dama en una mujer diferente.
“Historias de Filadelfia” fue un gran éxito y se convirtió en un gran éxito que consolidó la carrera de todos los actores. James Stewart ganaría su único Oscar por esta cinta, encarnando a un joven periodista treinteañero e inseguro que acaba prendado de los tejemanejes sentimentales que se marca Kate. No sería el único actor que ganaría su única estatuilla en una película en la que rodó con la Hepburn, ya que años después también les ocurriría lo mismo a Humphrey Bogart y Henry Fonda.
Para comprender la magnética encarnación de Kate en “Historias de Filadelfia”, sólo tenemos que ver lo que publicaba en sus páginas un ejemplar de la revista Life de aquellos años: “El peculiar talento de la pelirroja Miss Hepburn recorre Historias de Filadelfia como una fina capa de esmalte. Se diría que ha sido escrita para ella. Su resplandor externo es un reflejo perfecto de su cara escuálida y huesuda. El brillante e inteligente diálogo reviste su voz metálica. Y cuando Katharine Hepburn se limita a hacer de Katharine Hepburn es un espectáculo que merece la pena verse."