Querido primo Teo:

Si Diane Keaton fue la intelectual, su siguiente musa se puede decir que merece el calificativo de la angelical. Tras la ruptura profesional y personal con la Keaton, Woody enseguida conectó con esa rubia de pelo rizado que lo único destacable que había hecho en el cine era llevar en su cuerpo la semilla del diablo en la película de Roman Polanski.

Sólo mera cortesía hubo en el primer encuentro entre Mia Farrow y Woody Allen. Aunque ambos estaban solteros cuando se conocieron en una fiesta en California, apenas cruzaron unas palabras. La actriz le dijo que había disfrutado de “Manhattan” y el director le agradeció la confesión, luego ya no se dirían nada más en toda la noche.
Un mes después, en abril de 1979, la recién divorciada Mia vio una foto de Allen en la portada de una revista. Lo encontró atractivo en la imagen, sacó la hoja y la pegó en su diccionario. Después, cuando ya eran pareja, enmarcó el retrato.

A finales de ese año, Farrow trabajaba en Broadway en la obra “Romantic Comedy”. Una tarde Michael Caine y su esposa fueron a ver el montaje y luego llevaron a Mia a cenar al Elaine’s. En el restaurante, Caine se acercó a saludar a Allen que estaba sentado en su mesa de siempre y oficialmente le presentó a Mia.
Woody comenzó a interesarse por la rubia de tez pálida y le envió una invitación para la fiesta de entrada al nuevo año que había organizado al director. Apenas vio a Woody esa noche, pero la actriz lo pasó tan bien y acabó tan encantada que no dudó en enviarle una nota de agradecimiento y una copia del libro “La medusa y el caracol” como muestra de su gratitud.

Más adelante, la secretaria de Woody la llamó para agradecerle el gesto y de paso sugerirle que almorzara junto al director. Así, el 17 de abril de 1980 se concretó la cita y ambos fueron a comer al restaurante Lutece.
Después, vinieron más invitaciones a cenar, todas por medio de la secretaria, pues él nunca la llamó durante los primeros meses que estuvieron saliendo. Sin embargo, la actriz tampoco le comentó algo respecto a su costumbre de usar una mediadora para invitarla a salir.

Ese año, la relación comenzó oficialmente y perduró durante doce años. En todo ese tiempo, cada uno siguió viviendo en su departamento. De hecho, Mia aseguró la opción de mantener las mutuas independencias era la clave de su felicidad juntos. Mientras, Woody pensaba que probablemente la relación no funcionaría si vivían bajo el mismo techo.

Cada día que compartían, Woody se maravillaba; pero de lo increíble que era mantener esa relación a pesar de las muchas diferencias que tenían. Mientras a ella no le agradaba la ciudad, él la adoraba. La actriz amaba el campo, al director no le gustaba. Mia era indiferente a los deportes, Woody era fanático de ellos. A la rubia le gustaba comer temprano y en casa, el gafapasta solía cenar tarde y afuera. Farrow prefería los restaurantes simples, Allen era adicto a los lujosos. La musa no podía dormir con aire acondicionado, el autor no podía descansar sin el.

De sus diferencias lograron encontrar algunos puntos de conexión en los que los dos se atraían. Nunca fue una relación ni ardiente ni pasional, pero si de amor maduro, respetuoso y candoroso, casi como el aura que la Farrow parece transmitir en sus mejores películas con Allen.

En 1982 rodó su primera película con Woody. Era “Comedia sexual de una noche de verano”, una cinta que iniciaba la relación profesional de los dos que seguiría a lo largo de trece películas, hasta 1992 con “Maridos y mujeres”. A lo largo de esta década, películas para el recuerdo como “La rosa púrpura del Cairo”, “Hannah y sus hermanas” o “Días de radio”.
Gracias a las películas que rodó con Allen, la Farrow vivió sus mejores momentos como actriz. Logró tres nominaciones a los Globos de Oro por “Broadway Danny Rose”, “La rosa púrpura del Cairo” y “Alice” y formaron la pareja cinematográfica por antonomasia del cine de los 80.
Tras la ruptura en 1992, la carrera de Mia Farrow cayó en picado y sólo ha estrenado en este tiempo 8 películas en los que la actriz tenía papeles de relleno y bastante deslucidos. Mia fue musa de Woody, pero con el paso del tiempo se comprende que la relación de necesidad fue recíproca.

Tus primos foreros.