Catherine se apellida en realidad Dorléac, y nació en París el 22 de octubre de 1943.
Tenía catorce años cuando ya se la veía venir de bellezón, y la contrataron para su primera película. Desde entonces no ha parado.
Roger Vadim fue el primero en darse cuenta de que era bastante irresistible y además de dirigirla en una peli escándalo de 1962, "el vicio y la virtud", convivió con ella cuando aún era casi una adolescente y le sirvió de amante y mentor. Con el musical de Jacques Demy "Los paraguas de Cherburgo" enamoró a medio planeta, pero pronto se dieron cuenta de que Su belleza gélida le facilitaba personajes con ausencia de pasiones. Así que después de una etapa romántica llegó una de misterio e inaccesibilidad que crearon tres de sus directores: Roman Polanski, que la transformó en una lunática peligrosa de apariencia inofensiva en "Repulsión", Luis Buñuel, que le hizo llevar la doble vida de dama respetable y prostituta viciosa en "Bella de día", y François Truffaut, que le dio uno de sus papeles más populares como la impostora de "La sirena del Mississippi".
En la comedia no suele ser tan eficaz y no es que no lo haya intentado desde el principio, cuando hizo "No te puedes fiar ni de la cigüeña" con su compañero sentimental de muchos años Marcello Mastroianni. Úsame rica tampoco ha valorado mucho sus trabajos en general, aunque en 1992 la Academia de Hollywood la nominó al Oscar por "Indochina", superproducción que la relanzó, y se ha podido permitir el lujo de seguir de protagonista cumplidos los 50.
Para muchos ha sido la musa del cine galo durante 25 años, y un icono europeo del glamour estático y perturbador entendido a la francesa.
Catherine Deneuve en su número musical de "8 mujeres", película de Francois Ozon en la que destila toda su belleza serena y madura.
