Mentiría si dijera que ya entonces me llamó la atención. En aquella época, tenía el aspecto que tenían las chicas jóvenes cuando acompañaban a alguien a jugar a las cartas. Claro que era guapa, pero no resultaba tan llamativa que no se pudiera apartar la vista de ella. Se convirtió en una belleza fuera de lo corriente en la pantalla, allí era única. Retrospectivamente debo decir que nunca he conocido a alguien que pudiera ser tan mezquína como ella. Pero tampoco a nadie que quedara tan maravillosamente bien sobre el celuloide, y esto incluye a la Garbo.

Lo que desesperaba completamente a Wilder era que llegara siempre demasiado tarde y que retuviera sus diálogos con mucha dificultad. "…Después del rodaje con ella, sobre todo después de 'Con faldas y a lo loco', no pude dormir, durante meses, por culpa de los dolores de espalda".

Wilder comentó en muchas ocasiones las dificultades de Marilyn, en sus "momentos oscuros". Es famoso el número de repeticiones que hubo que hacer en "con faldas y a lo loco" para que la Monroe dijera: "Where is the Bourbon?". Pero no es menos cierto que ese número ha cambiado tantas veces como wilder lo ha contado. Y que pensó en ella años después para "Irma, la dulce".

Marilyn, en lugar de presentarse en los estudios a las nueve, se presentaba a las once. Utilizaba excusas de adolescente (el despertador no ha sonado.. el paso a nivel estaba cerrado). "Incluso un día, cuando le pregunté la causa de su retraso, se excusó diciendo que no podía encontrar los estudios. "¡Unos estudios para los que trabajaba desde hacía seis años!

"De mí se citan desde aquella época frases como la siguiente: 'Antes se presentaba el jueves cuando nosotros empezábamos a rodar en lunes. Ahora se presenta en otoño cuando el rodaje empieza en primavera'. Las frases son graciosas, pero eran menos graciosos los dolores de espalda".

Marilyn, Tras cuarenta y dos tomas consecutivas en una secuencia de "Con faldas y a lo loco", y cuando Wilder le ofreció una sugerencia: "Marilyn, a lo mejor...", "¡No me hables ahora!", le espetó. "¡Olvidaré cómo quiero interpretarlo!". Lemmon recuerda: "Nunca he visto que cortaran con tanta brusquedad a un director..., a Billy Wilder, la mente más rápida sobre la tierra. Se quedó completamente atónito". Según Diamond, la secuencia requirió cuarenta y siete tomas durante dos días. Pero no puede dejar de pensarse en que Marilyn da la espalda a la cámara cuando dice la frase; la banda de la voz pudo haberse grabado más tarde.

Bogart se había unido a Wilder en la fundación del Comité contra la persecución anticomunista. Desde entonces, los Bogart y los Wilder se habían hecho amigos, y los primeros habían invitado a los segundos a su casa. Se caían bien porque sintonizaban en el gusto por los chistes escabrosos, la conciencia de tener talento y un rechazo cómplice a soportar idiotas. Ambos hombres anhelaban el momento de trabajar juntos. Resultó ser un error.

Los dolores de cabeza que Wilder tuvo con Bogart, y viceversa, durante el rodaje de "Sabrina", se debieron a varios factores.
Bogart se sintió inseguro al no poder usar sus armas: la pistola y los puños. Puede disparar una sola vez a un material sintético para demostrar su resistencia.
Sabía que no había sido la primera opción de Wilder y le dolía el ego porque ya era famoso mundialmente por su papel de "Casablanca" y acababa de recibir un Oscar por "La reina de África".

No le gustaba el guión, aunque le compensaban los 300.000 dólares de su contrato, porque venía de luchar contra la selva , los alemanes y el amor de una mujer obstinada. Y ahora debía engañar a una muchachita, y además tenía que hacerlo vistiendo pantalones de rayas, un sombrero rígido y un paraguas.

Ya estaba enfermo de alcoholismo y no podía estar más allá de las cinco de la tarde sin recurrir a la bolsa de papel marrón que tenía en su camerino. Billy podía rodar hasta las siete de la tarde sin detenerse.

Bogart no vaciló en intentar humillar a Wilder imitando su acento alemán o respondiendo con un cortante "¡a la orden!", cuando billy le hacía alguna indicación.

Tenía derecho a aprobar el guión de Billy antes de ponerse delante de las cámaras, y todo el rodaje fue un tira y afloja porque nunca tuvo ocasión de hacerlo, ya que el guión se escribió con pocas horas antes de cada rodaje. Cuando billy accedió al derecho de Bogart por saber con antelación lo que pasaba en la película, le dio en el plató algunas páginas del guión.